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Control y maltrato verbal también son violencia de género

Tu pareja no cambiará. Mucho menos lo hará porque seas «buena chica». Todo lo contrario, ser «buena chica» reforzará la conducta violenta de tu agresor, porque a través de ella habrá alcanzado su objetivo: dominarte.

¿Sufres violencia de género? Hay mujeres que reciben maltrato físico por parte de sus parejas y que aún así pueden tener dificultad para responder a esta pregunta. Mucho más difícil es darse cuenta, por lo normalizado que está, del maltrato psicológico, el cual, aparte de gritos e insultos, puede manifestarse de soslayo, aunque las consecuencias para el bienestar emocional de la mujer son igualmente devastadoras.

Como sostienen las investigadoras Heise, Ellsberg y Gottemoeller (1999), en un estudio publicado por la Escuela de Salud Pública de la Johns Hopkins University, una relación de pareja basada en el abuso puede tener para las mujeres consecuencias psicológicas más adversas que los propios golpes.

“La experiencia del abuso erosiona la autoestima de las mujeres y las coloca en gran riesgo de una variedad de problemas de salud mental, incluyendo depresión, ansiedad, fobias, trastorno de estrés postraumático y abuso de drogas y alcohol”, sostienen las investigadoras.

La violencia de género no comienza con los golpes

Cuando hablamos de violencia de género, quizás por la influencia de los medios de comunicación, la mayoría suele pensar en agresiones físicas.

La violencia de género no comienza con los golpes.
La violencia de género no comienza con los golpes.

Pero esas muertes, esas terribles y dolorosas muertes, son solo la parte visible de una violencia cotidiana que se ejerce contra las mujeres por el solo hecho de serlo. Y, claro, la violencia de género, normalmente, no comienza con los golpes. Los golpes vienen después.

Lo primero son los esfuerzos por parte del hombre de instaurar una relación de pareja asimétrica basada en el poder. Y el poder se ejerce a través del control. ¿Sufres violencia de género? Para responder a algo que tal vez pueda parecerte abstracto (si no has recibido golpes), podrías empezar por cuestiones más prácticas:

  • ¿Tu pareja te revisa el teléfono, mira tu correo electrónico o tu whatsapp, y te interroga?
  • ¿Te reclama si estás conectada al whatsapp y no le respondes de inmediato?
  • ¿Se enfada si te pones determinada ropa?
  • ¿Te recrimina lo que gastas o, directamente, controla tu dinero? ¿Posee las claves de tu cuenta bancaria, de tus tarjetas?
  • ¿Tienes amistad con otros hombres o con las amigas que quieras?
  • ¿Te monta escenas de celos?
  • ¿Puedes salir a donde quieras y cuando quieres?
  • Si no mantienes relaciones sexuales cuando a él le apetece, ¿te obliga o te castiga?
  • ¿Te dice que eres una inútil, que no te enteras de nada?
  • ¿Guarda en su poder documentos personales tuyos?
  • ¿Le tienes miedo a sus reacciones, y vives atenta a lo que pueda molestarle, sacrificando tus propias necesidades?
  • ¿Te critica con comentarios irónicos y despectivos? ¿Te humilla?
  • ¿Tiene reacciones violentas como golpear paredes o mesas?
  • ¿Te grita e insulta?
  • ¿Le temes?

Si has respondido a uno o varios ítems, tienes un problema. El maltrato verbal y el control también son violencia de género.

Ser buena chica reforzará la conducta violenta de tu pareja

La violencia de género no es un problema individual, no es algo que solo te ocurre a ti, sino que te pasa a ti en un contexto. Según la ONU, 1 de cada 3 mujeres sufre o sufrirá algún tipo de maltrato físico o psicológico a lo largo de su vida por parte de su pareja. Muchas de esas mujeres son víctimas desde el mismo momento de nacer, y la falta de apoyos y de recursos hace que solo un golpe de suerte las rescate del maltrato. ¿Es ese tu caso? Quizás no, quizás tú sí tengas opciones de escapar. Pero para ello son indispensables dos cosas :

  • Tomar consciencia de que lo que te sucede no es normal. Es común, pero no es normal. Ni aceptable. El amor de pareja no es incondicional. Tu media naranja, en el caso de que algo semejante exista, jamás te exprimiría.
  • Renuncia a las soluciones mágicas. Tu pareja no va a cambiar. Mucho menos lo hará porque seas buena chica. Todo lo contrario, ser buena chica reforzará su conducta violenta porque a través de ella habrá alcanzado su objetivo: dominarte. Y querrá más…

Ahora voy a contarte por qué tu pareja no cambiará.

¿Por qué un hombre ejerce violencia de género?

Decir que el agresor es machista describe la situación, pero no ayuda a comprender el problema, pues nos deja atrapados en un círculo: ¿por qué es machista? Porque agrede a la mujer. ¿Por qué agrede a la mujer? Porque es machista…

Para explicar la violencia en el ámbito de las relaciones de pareja, la ONU ha asumido un modelo explicativo que se acerca al problema desde cuatro puntos de vista:

  • Cultural/Social: la creencia, que se remonta al principio de los tiempos, en torno a la superioridad del hombre sobre la mujer; la sociedad patriarcal, asentada sobre estereotipos de género.
  • Institucional: hace referencia a cómo se transmiten y mantienen los estereotipos de género. En España, por ejemplo, la Corona solo puede recaer sobre un hombre, y la Real Academia de la Lengua define al sexo débil como al «conjunto de las mujeres» y al sexo fuerte como al «conjunto de los hombres».
  • Familiar: las relaciones íntimas familiares como el espacio en el que se encarnan los estereotipos de género; el hombre como jefe de familia, que ejerce la autoridad de forma vertical (siempre tiene la última palabra) y que está dispuesto a ejercer la violencia como medio para resolver los conflictos y restablecer el orden.
  • Individual: haber sido testigo de violencia de género en la infancia, recibir humillaciones del padre, no haber desarrollado un apego seguro con la madre, tener baja autoestima, haber sido educado para la represión emocional porque llorar es cosa de mujeres,  creencias erróneas sobre los roles masculino y femenino, etc.

No se trata de exculpar al agresor, puesto que la mayoría de los hombres, expuestos a idénticos valores de la sociedad patriarcal, no le pegan a las mujeres. Pero hay que reconocer que los violentos son el producto de una sociedad violenta. Por eso es tan difícil que un maltratador cambie. Por eso no  cambiarás a tu pareja.

Quizás aún estés a tiempo de recuperar el poder y el instinto de tomar buenas decisiones. Tienes la responsabilidad de ser parte activa en la resolución de tu problema. ¡Es tu vida, toma el control de ella!

Reafirma tu dignidad y valor como mujer
Reafirma tu dignidad y valor como mujer.

No tienes que ser educada ni buena con quien te domina y maltrata. Dar demasiadas explicaciones puede ponerte en situación de riesgo. Busca apoyo, ármate de valor y, si decides dejar a tu agresor, ponte a salvo. Un hombre violento, si es abandonado, mientras la herida esté fresca, será más peligroso.

Reafirma tu dignidad y valor como mujer, como ser autónomo que no necesita a un hombre al lado para vivir.

Y no permitas que nadie te diga que tienes la culpa. No la tienes. La culpa siempre es de quien ejerce la violencia. Pero tienes responsabilidad: la de no salir en los telediarios.

Lectura recomendada:

Mujeres que corren con los lobos, de Clarissa Pinkola EstésMujeres que corren con los lobos

Por Máximo Peña

Psicólogo, especialista en intervención psicoterapéutica, máster en mindfulness y periodista

7 respuestas a «Control y maltrato verbal también son violencia de género»

Un ejemplar de macho ibérico en españa.
-y en Latinoamérica ¿Cómo se llamaría un ejemplar de ese tipo?-

Pero tienes una responsabilidad: la de no salir en los telediarios.
-O qizas sí, pero no como víctima. Los noticieros no puden ser solo el espacio para la tragedia. podrían serlo también para las historías de reafirmación, recuperación y emancipación o como se escucha hoy día: de empoderamiento emocional femenino.-

Gracias por tu comentario, Balduino. Dentro de América Latina, solo puedo hablarte con propiedad de Venezuela. Y ni siquiera, porque llevo casi 20 años fuera y ya no se habla como yo hablaba…Pero en mis tiempos venezolanos se decía un «macho vernáculo».
Tienes razón, ojalá los medios de comunicación no fuesen solo espacio para la tragedia, y las historias de empoderamiento emocional femenino (se empodera uno de solo escribirlo) también tuviesen su espacio en las noticias junto con Wall Street y el futbol. ¡Me has dado un buena idea para otra entrada del blog! ¿Por qué los medios de comunicación se centran en lo que está mal? ¿Tiene alguna relación con el funcionamiento de nuestro cerebro? Espero escribir al respecto, y espero tus comentarios. Un cordial saludo.

Pero que sucede con el maltrato laboral no solo de jefes si no compañeros de trabajo se habla poco y es muy frecuente me gustaría recibir más información y cómo resolver esos conflictos

A mi hace seis años me acusa que fui infiel yo jamás lo hice Dice que hice un vídeo teniendo relaciones y otro me filmaba me tuve que ir de mi casa con mis tres hijos un par de meses y me iva a buscar .pasan un par de meses y vuelve con insultos que estuve casi con todo el barrio segun el me dice que me tiene asco después quiere tener relaciones. No se que hacer.?

Lamento tu situación, es muy duro, pero no parece una relación sana para ti. Busca en tu entorno toda la ayuda de la que dispongas y lo más conveniente es alejarse, cuando es posible, de aquello que nos daña. Un abrazo.

Lo que a mí me pasa es que me acostumbré a los gritos y insultos, lo naturalise y ahora ya no aguanto más y también grito pero es más agresivo, me hecha dice que todo es de él porque lo compró de soltero. Hace 38 años que nos casamos. No me corresponde nada? Tengo tres hijos que son mi razón de vivir y una nieta hermosa.

Siento por lo que estás pasando, pero es un buen signo que digas «ya no aguanto más». Eso significa que hay una mujer sana dentro de ti que sabe que el maltrato y los gritos no son lo normal. Ahora se trata de convertir ese enfado en algo productivo que te ayude a salir de esa situación. Para el tema económico de una posible separación, te sugiero que busques ayuda de un abogado que pueda aclararte las dudas. Si el piso lo compró él, pero es la vivienda de tus hijos, es probable que un juez te dé la razón, pero, repito, es importante que lo hables con un abogado. Desde siempre, cuando vamos a dar una batalla, la que sea, es importante saber con qué recursos contamos. Busca todo el apoyo que necesites y enfréntate, primero que nada, con la tendencia a naturalizar lo que no es natural: el maltrato.

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